La avicultura de precisión juega un papel fundamental a la hora de satisfacer las necesidades de las aves de producción intensiva con total exactitud, para obtener el máximo rendimiento con los recursos disponibles.
Dentro de ella, la nutrición de precisión favorece la utilización efectiva de los recursos alimenticios disponibles, con el fin de maximizar la respuesta de los animales a los nutrientes y mejorar la rentabilidad de las granjas. Así, se abastece al ave de una cantidad de alimento que contiene nutrientes específicos que cumplen con todos los requerimientos para una producción óptima de huevos.
Todo esto hace que se generen menos residuos en el sistema, lo que se traduce en mayores beneficios económicos, sociales y medioambientales, como la disminución de emisión de gases de efecto invernadero y de amoníaco en el aire, la contaminación de nitratos y antibióticos en cuerpos de agua, y fósforo y metales pesados en el suelo.
Asimismo, permite una mayor automatización de los procesos, reduciendo la intensidad del trabajo y mejoras en la salud de las aves, evitando la incidencia de problemas sanitarios.
Para las gallinas, la formación del huevo sigue un patrón muy específico que implica un mayor requerimiento de proteína y aminoácidos en la mañana, y una alta demanda de calcio en las horas de la noche. También, las necesidades de fósforo disponible son mayores durante la mañana, en la medida que este es fundamental para reabsorber calcio y remodelar los recursos de hueso medular que se usaron durante la noche, en la formación de la cáscara.
De esta manera, la exigencia de aminoácidos y macrominerales cambia durante el día, y la única forma de lograr una nutrición de precisión es ajustar las dietas a estas directrices, por lo que es necesario definir una alimentación de mañana y una de tarde.
La dieta de la vida de las ponedoras se divide en diferentes fases, siendo muy importante la recría, porque es donde se desarrollan órganos y tejidos que posteriormente se encargarán de la puesta de huevos.
El objetivo es conseguir que las pollitas alcancen un determinado peso para lograr aves ponedoras que puedan aportar todo su potencial genético en la producción de huevos, por lo que el programa nutricional consta de varias partes, con diversos requisitos nutricionales.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, si aparecen enfermedades en una granja, es probable que disminuya la producción, aumente la mortalidad, y los costos en prevención y tratamientos, con el consecuente impacto negativo sobre la seguridad alimentaria y el comercio. Por ello, es crucial la prevención mediante bioseguridad, planes de vacunación, tratamientos basados en diagnósticos y respeto a los tiempos de espera de medicamentos.
De ahí que, dentro de las estrategias para realizar una alimentación y nutrición de precisión de los animales, también se encuentre el uso de probióticos, prebióticos, ácidos orgánicos y enzimas, que ayudan a mantener la integridad intestinal, limitan la colonización por patógenos y promueven el adecuado funcionamiento del sistema inmune.
En definitiva, la avicultura de precisión y, en concreto, la nutrición de precisión, se ha convertido en una herramienta fundamental para potenciar la producción avícola sostenible.
La población mundial, los recursos y la dinámica climática conducen a la mejora de la sostenibilidad del sistema de producción de alimentos. Y la dieta de precisión de los animales puede ser una de las formas más viables de lograr este objetivo.