Los más pequeños ya han vuelto al cole, a la rutina y a las actividades extraescolares y las temperaturas van bajando según se acerca el otoño, por lo que los riesgos de constipados en los niños aumentan.
Mantener una alimentación sana y equilibrada es clave para garantizar el correcto desarrollo infantil, así como el buen funcionamiento del sistema inmunitario de niños y mayores y una adecuada función cognitiva, que incluye los procesos relacionados con la memoria, el razonamiento, el desarrollo del lenguaje y la resolución de problemas, aspectos todos relacionados con un mejor rendimiento escolar. Por ello, se debe promover en todas las edades, pero aún más en los niños y adolescentes, el consumo de alimentos que, por su calidad nutricional, aporten nutrientes esenciales y en cantidades adecuadas. Sin embargo, la ingesta de vitamina D es prácticamente insuficiente en toda la población infantil española.
España es uno de los países europeos con más horas de luz solar, ya que recibe una media de 2.500 horas de sol al año. Con este dato, podríamos pensar que los españoles deberíamos tener totalmente cubierto nuestro aporte de vitamina D, esencial para la salud porque contribuye a mantener los huesos y dientes en condiciones normales, así como al funcionamiento normal de los músculos y del sistema inmunitario.
Sin embargo, diversos estudios han constatado que, a pesar de que la vitamina D se puede sintetizar a nivel cutáneo a partir de la exposición a la luz solar, esta fuente no siempre es suficiente para cubrir las necesidades debido, entre otras causas, a la baja exposición que se produce durante el invierno. De ahí que niños y adolescentes españoles presenten deficiencias,
Para un consumo adecuado de vitamina D, el aporte dietético es fundamental. Aunque existen diferentes alimentos fortificados con esta vitamina, pocos son fuente natural de la misma, y entre ellos destacan los pescados grasos y los huevos.
La yema de huevo es una de las fuentes más importantes de vitamina D en la dieta, ya que no solo aporta colecalciferol (vitamina D3), sino que también contiene una cantidad elevada de su metabolito, la 25-hidroxivitamina D3). Además, cuenta con otros nutrientes que también pueden jugar un papel importante en la respuesta del sistema inmune, como la vitamina A y la vitamina B12.
Es recomendable fomentar el consumo de huevos entre la población en general, y especialmente entre los más pequeños, para atender sus elevados requerimientos nutricionales, y evitar deficiencias de vitamina D.