Hoy vamos a responder a una de las preguntas que nos hacen a menudo sobre el huevo y que, seguro, ya conocen las personas que padecen enfermedad celíaca.
Y es que, si eres una persona celiaca, es probable que hayas escuchado alguna vez eso de que los huevos contienen gluten porque las gallinas se alimentan con cereales. Nada más lejos de la realidad. Te vamos a contar por qué TODOS los huevos están naturalmente libres de gluten, independientemente de la dieta de las gallinas.
Las gallinas comen alimentos completos y equilibrados, a partir de mezclas de cereales y derivados como maíz, trigo o cebada, así como de semillas proteaginosas como soja y girasol, aceites, vitaminas, minerales, y carbonato de calcio o fosfatos. La mezcla de estos ingredientes aporta la energía y los nutrientes necesarios para el normal funcionamiento del organismo de la gallina y la correcta formación del huevo.
Como sabemos, las personas celiacas deben evitar el consumo de gluten. Una proteína que se encuentra en algunos cereales, como el trigo, la cebada o el centeno, entre otros. No obstante, aunque las gallinas se alimenten con este tipo de cereales, el huevo no contiene gluten por naturaleza, por lo que es un alimento apto para celiacos.
¿Por qué? El motivo se debe a que la gallina descompone el gluten de su dieta durante la digestión, y los aminoácidos que forman esta proteína se transforman en otros componentes y proteínas que la gallina necesita para cubrir sus necesidades metabólicas. Por lo tanto, el gluten “desaparece» en el proceso de la digestión, y no llegará nunca a los huevos. Como es lógico, las personas celiacas deben vigilar la posible presencia de gluten en otros alimentos con los que pueda acompañarse el huevo, como el pan o la pasta.
Por otro lado, el huevo, además de no contener gluten por naturaleza, es un alimento muy completo porque aporta cantidades significativas de numerosos nutrientes esenciales, fáciles de absorber y utilizar, y también otras sustancias bioactivas con efectos positivos sobre la salud, lo que le convierte en un alimento indispensable en nuestra dieta, tanto para personas celiacas como para aquellas que no lo son.
Igualmente, son aptos para las personas con el ácido úrico elevado, ya que aportan proteínas de elevado valor biológico, pero no contienen purinas como las proteínas de las carnes.
Si a lo anterior le sumamos que la proteína del huevo es la de mayor valor biológico, lo que significa, que contiene todos los aminoácidos esenciales que nuestro organismo no es capaz de producir, y en una proporción superior a la que se considera ideal, que es la establecida en la proteína de referencia, nos reafirmamos en que el huevo es un alimento fundamental para nuestro organismo, a la par que riquísimo y versátil.
Asimismo, la proteína del huevo es de muy fácil digestión, por lo que nuestro organismo es capaz de aprovecharla casi por completo, siempre que esté cocinada.
En definitiva, el huevo es un alimento que de forma natural no lleva gluten, y apto para la dieta de las personas celiacas.