En España sabemos que el mundo se divide entre quienes prefieren la tortilla con cebolla o sin ella, y entre quienes la disfrutan más si está poco hecha y los que la quieren bien cuajada. Sea como sea, la TORTILLA DE PATATAS es uno de los platos preferidos de los españoles, algo que no nos resulta extraño, ya que admite múltiples variaciones y puede disfrutarse en cualquier momento del día.
Este día 9 de marzo es el Día Mundial de la tortilla de patata, por lo que hoy dedicamos este post a nuestro “plato nacional”, esa tortilla de patata tan versátil, rica y saludable.
El origen de la tortilla de patata tiene varias leyendas que se mezclan en el tiempo. Una de ellas cuenta que el general Tomás de Zumalacárregui, durante la primera Guerra Carlista necesitaba un alimento nutritivo y barato para sus soldados. El general encargó esta tarea a una campesina que le sorprendió elaborando tortilla de patata.
Otra creencia sitúa el inicio de la tortilla de patata en Extremadura, concretamente en Villanueva de la Serena. La historia adquiere fundamento al comprobar que esta receta se encuentra arraigada a la localidad extremeña desde hace siglos. Tanto es así que cada lunes de Pascua, los villanovenses tienen como costumbre reunirse en el campo para disfrutar de este manjar.
Ya sean leyendas o historias fundamentadas, lo cierto es que la tortilla de patatas es uno de los platos más conocidos en nuestro país y no es para menos, ya que se prepara únicamente con tres ingredientes: huevos, patatas y aceite (y cebolla de forma opcional). Una combinación perfecta para cualquier época del año y momento del día.
La tortilla puede comerse fría, caliente o del tiempo, en el desayuno, la comida, la merienda o la cena. Admite patatas fritas o cocidas y el huevo más o menos cuajado. Puede comerse como plato principal, como tapa, en bocadillo o incluso adornarse con otros ingredientes como pimientos, chorizo, bacalao, morcilla o trufa, entre otros.
¿Una curiosidad? Ahora están de moda las tortillas rápidas de microondas y las tortillas de patatas de bolsa, para quienes tienen poco tiempo para dedicarle a la cocina pero no renuncian a uno de los platos preferidos por todos.
La primera receta consiste en cocer las patatas en el microondas en lugar de freírlas en la sartén, lo que agiliza el tiempo de preparación de la receta. La segunda, como su propio nombre indica, se basa en usar patatas fritas de bolsa en lugar de patatas frescas, un truco que ahorra el tiempo que dedicamos a pelar, cortar y freír las patatas.
¿Te atreves a probarlo?
