HUEVOS: COMPATIBLES CON UNA DIETA CARDIOSALUDABLE

¿Sabías que durante décadas se consideraba que el consumo de huevos, debido al contenido en colesterol de su yema, aumentaba el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares?

Actualmente ya se sabe que incluso los enfermos cardíacos y diabéticos podrían beneficiarse de incluirlos con frecuencia en el menú. Y la población sana, en general, no debería privarse sin motivo justificado de consumir este fantástico alimento, prescindiendo sin razón de sus beneficios. Hoy, 29 de septiembre, es el Día Mundial del Corazón. Un día para que pienses en tu corazón y comiences a hacer pequeños cambios beneficiosos para él. Entre ellos, realizar ejercicio físico con regularidad, dejar de fumar y, por supuesto, llevar una alimentación sana y equilibrada.

En este post arrojamos luz sobre los beneficios del huevo en una dieta cardiosaludable y desmontamos mitos sobre huevo y colesterol.

No es ninguna novedad que el huevo estuvo años en entredicho por su posible relación con un aumento de los niveles de colesterol en sangre.

Estas reticencias están ya totalmente superadas. De hecho, numerosos estudios  han devuelto al nutritivo huevo el protagonismo que le corresponde en nuestra dieta, destacando sus beneficios para la salud y el interés de su consumo en el contexto de una alimentación equilibrada y saludable.

Prácticamente todos los estudios clínicos realizados desmentían la hipótesis de que el huevo aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.  Todo lo contrario: su papel es mucho menos relevante en los casos de dolencia cardiovascular que el de otros alimentos.

Como ejemplo, uno de los estudios probó que, tras 6 semanas de ingesta diaria de huevos, no se produjeron alteraciones significativas ni en el nivel de colesterol total ni en el de LDL (el conocido como “colesterol malo”) de los individuos de la muestra. Tampoco se registraron diferencias en el índice de masa corporal ni en los niveles de triglicéridos del grupo consumidor de huevos respecto del grupo de control (que en este caso tomaba copos de avena). Es decir, concluyó que el colesterol del huevo tiene muy poca influencia sobre el nivel de colesterol en sangre (al contrario que, por ejemplo, las grasas saturadas). 

El huevo es un alimento cargado de nutrientes beneficiosos. Aunque la yema es rica en colesterol, a diferencia de otros alimentos que también lo son, tiene un contenido relativamente bajo en calorías y grasas saturadas, que sí influyen en los niveles de colesterol en sangre. A eso se suma que el huevo aporta importantes cantidades de antioxidantes (luteína, zeaxantina, vitamina E…), folatos, vitaminas del grupo B y grasas insaturadas, entre otros nutrientes con efectos favorables frente al riesgo cardiovascular.

Por ello, consumir huevos con frecuencia (hasta uno al día) no solo no modifica el riesgo para padecer una enfermedad cardiovascular, sino que sería aconsejable dentro de una dieta saludable y variada. Y esto incluye también a las personas que sufren o hayan sufrido alguna enfermedad cardiovascular o diabetes de tipo 2, las cuales podrían beneficiarse enormemente de incluir este alimento en su dieta de forma habitual.

En caso de dudas, o en personas que tienen determinadas patologías, lo mejor es consultar con su médico o con un experto en nutrición, para recibir una orientación personalizada.