El etiquetado de los huevos muchas veces puede pacernos un jeroglífico difícil de descifrar y entender. Por eso, en este post te contamos todo sobre la fecha de consumo preferente, los códigos que aparecen en la cáscara y la información que debe aparecer obligatoriamente en el envase para que, a partir de ahora, lo entiendas a la perfección.
¿Qué quiere decir la fecha de consumo preferente?
La fecha de consumo preferente de los huevos establecida en la Unión Europea es de 28 días desde la fecha de puesta. Quiere decir que es el plazo máximo en el que los huevos se pueden considerar huevos frescos. Después de esa fecha, si el huevo ha estado bien conservado y tiene la cáscara intacta y limpia, puede consumirse, pero perfectamente cocinado, para garantizar su salubridad.
La fecha de consumo preferente se debe indicar obligatoriamente en el envase de los huevos con la expresión “consumo preferente” o “consumir preferentemente antes de”, seguida de dos dígitos para indicar el día y dos dígitos para indicar el mes.
¿Es obligatorio que los huevos lleven marcado en la cáscara la fecha de consumo preferente?
No, la regulación comunitaria sobre comercialización de huevos solo indica que es obligatorio que los huevos lleven marcado en la cáscara el código identificativo de la granja de origen.
La fecha de consumo preferente marcada en la cáscara es una indicación que algunos productores imprimen de forma voluntaria.
¿Qué indica el código que aparece marcado en la cáscara de los huevos?
En cada huevo de categoría A producido en la Unión Europea se imprime obligatoriamente un código en la cáscara con tinta alimentaria. El código identifica la granja de origen del huevo. El consumidor puede conocer así el sistema de producción y el país en el que la granja está ubicada.
El código del huevo se compone de:
– Un número que indica el sistema de producción: 0, para la producción ecológica, 1 para la de huevos camperos, 2 para producción en suelo y 3 para huevos producidos en jaula acondicionada.
– Un código de dos letras que indica el país de la granja de puesta (según el código comunitario de identificación de los países. En el caso de España es ES.
– Un código numérico que identifica la granja registrada. En España lleva los códigos de provincia y municipio como en los códigos postales. Después, el número de la granja dentro del municipio.
– Opcionalmente puede llevar una letra al final, que identifica el gallinero en el que está alojada la gallina que puso el huevo, en el caso de granjas que cuenten con más de uno.
Esta información permite la trazabilidad completa del huevo desde la granja hasta el consumidor, y es de gran utilidad para las autoridades sanitarias ya que, en caso de que se detecte algún riesgo para la seguridad, es muy fácil encontrar el lugar de producción y actuar para corregir cualquier problema. A los consumidores nos permite comprobar que el huevo procede de una granja autorizada y registrada para la producción y venta de huevos frescos.
Así sabemos que aplica los estrictos requisitos del modelo de producción de huevos de la Unión Europea.
¿Qué información tiene que aparecer obligatoriamente en el envase de los huevos?
Los envases de huevos de categoría A, tanto si son los que llegan a las tiendas como si se venden al por mayor, deben indicar las siguientes informaciones:
– Fecha de consumo preferente (día y mes)
– Clase según el peso: XL o super grandes (de 73 g o más), L o grandes (entre 63 y 73 g), M o medianos (entre 53 y 63 g), S o pequeños (menos de 53 g). En algunos casos, los huevos no se venden clasificados individualmente por peso, y deben llevar en el envase la expresión “Huevos de distintos tamaños”, o similar, y el peso neto mínimo de los huevos envasados, en gramos.
– Identificación de la empresa que haya embalado o comercializado los huevos (nombre o razón social y dirección)
– Código del centro de embalaje (número del registro sanitario)
– Forma de cría de las gallinas (en jaula, en suelo, camperas o de producción ecológica)
– Explicación del código marcado en la cáscara, con la siguiente mención: “Primer dígito: forma de cría de las gallinas. Dos letras siguientes: Estado miembro de producción. Resto de dígitos: granja de producción.”
– Categoría de calidad (“Categoría A” o la letra “A”, combinadas o no con la palabra “frescos”)
– Número de huevos envasados (no es obligatorio si pueden contarse desde el exterior los alvéolos).
– Consejo de conservación: una indicación que recomiende a los consumidores que conserven los huevos en el frigorífico.
La etiqueta puede añadir además, de forma voluntaria, información más detallada sobre el sistema de producción, la fecha de puesta, la alimentación de la gallina o la composición nutritiva del huevo. También indicaciones sobre sistemas de calidad, origen o certificación.
Al comprar huevos a granel, esta información deberá facilitarse de forma visible y legible.