SEGUIMOS CONTÁNDOTE CURIOSIDADES DE LOS HUEVOS EN LA COCINA

Si leíste el anterior post sobre algunas curiosidades de los huevos en la cocina y en la gastronomía, ¡no te puedes perder este!

Seguimos con las manos en la masa y, por supuesto, hablando del alimento que más nos gusta ¡el huevo!

Atentos a los trucos y curiosidades que, sin duda, os ayudarán en vuestro día a día y os sacarán de apuros en la cocina.

¿Cómo se controla que los huevos sean seguros para el consumo?      

Los huevos, como otros alimentos de origen animal, están sometidos a una reglamentación muy rigurosa, desde la granja de producción al punto de venta. Además de los propios controles de los productores, los inspectores veterinarios, dependientes de las consejerías de sanidad (o equivalentes), son los encargados de asegurar que los huevos son seguros para su consumo sin riesgo. 

¿Dónde y cómo debo conservar los huevos en casa?

Los huevos se deben conservar en el frigorífico a una temperatura en torno a los 5ºC y deben sacarse solamente los que se necesitan cada vez para su cocinado. Así evitamos que sufran cambios de temperatura que pueden favorecer la condensación de agua en su cáscara y que, disueltos en ese agua, entren microorganismos que pudieran estar en la cáscara hacia el interior del huevo.

¿Cómo conservamos los huevos en el frigorífico?

Los alimentos crudos deben conservarse en el frigorífico de igual modo: protegidos evitando así el contacto con otros alimentos (sobre todo si se trata de alimentos cocinados, listos para comer) o con las paredes o rejillas separadoras del frigorífico. 

Las razones para ello son, de una parte, que los alimentos crudos pueden llevar en su superficie microorganismos (principalmente bacterias) que proceden del ambiente, o de los envases, los manipuladores o cualquier equipo con los que hayan estado en contacto. Por otro lado, muchos alimentos emiten olores o que pueden alterar el olor o sabor de otros alimentos con los que se almacenan o conservan. 

Guardar los huevos en su envase les protege de los cambios de temperatura, de los olores y humedad y nos facilita tener siempre a mano la información sobre la fecha de consumo preferente, que obligatoriamente va impresa en el envase, y nos ayuda a gestionar mejor nuestra nevera.  

huevos nevera huevera

No olvides que al guardar los huevos en las baldas de la nevera, debes dejarlos en su propio envase. De esta manera conservan mejor su frescura y, además, tendrás la información de la fecha de consumo preferente esté siempre disponible.

Pero una vez en la nevera, ¿es indiferente la zona en la que los guardemos? 

La respuesta es no.  Y es que, aunque las neveras tienen una disposición en la puerta para colocar los huevos, es aconsejable, por seguridad, dejarlos en la zona de baldas bajas de frescos junto a pescados y carnes.

La razón que al abrir la puerta de la nevera y cerrarla se puede producir esa rotura de la cadena del frío de la que os hablábamos. 

También pueden colocarse en la zona media del frigorífico junto a los envasados como los lácteos, los embutidos o el queso. 

¿Por qué los huevos no están en frío en las tiendas? 

En las tiendas no resulta necesario el mantenimiento de los huevos a temperatura de frigorífico, porque las condiciones de mantenimiento, habitualmente, no se alteran desde la producción, manteniendo la temperatura de forma estable, sin cambios bruscos que faciliten la permeabilidad de los poros de las membranas de la cáscara y otros tegumentos internos

¿Cómo sabemos que un huevo está fresco?

El aspecto turgente cuando se rompe y se deposita en un plato u otro recipiente, suele bastar, pues indica frescura. Todo lo contrario, cuando la yema se desparrama, es indicio de un huevo ya envejecido.