DESCUBRE LOS USOS MÁS DESCONOCIDOS DEL HUEVO

Ya sabemos que el huevo es uno de los alimentos más completos y nutritivos que existen, debido a que aporta cantidades significativas de numerosos nutrientes esenciales, fáciles de absorber y utilizar, y también otras sustancias bioactivas con efectos positivos sobre la salud.

Además, la proteína del huevo es la de mayor valor biológico y de fácil digestión, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Esto es debido a que contiene todos los aminoácidos esenciales, es decir, los que nuestro organismo no es capaz de producir por sí mismo, y en una proporción superior a la que se considera ideal, que es la establecida en la proteína de referencia.

Sin embargo, el huevo cuenta con un sinfín de propiedades más, que aunque quizá se conocen menos, no por ello dejan de ser sorprendentes.

Hablamos por ejemplo de la cáscara de huevo, que contiene un 94% de calcio, así como múltiples nutrientes ya que está formada por minerales como el estroncio, el flúor, el magnesio o el selenio y que cada año, se desechan unos 8 millones de toneladas de cáscara a nivel mundial.

Igualmente, la membrana, que se encuentra adherida a la cara interna de la cáscara del huevo, se caracteriza por su alto contenido en proteínas y en colágeno. Aunque tradicionalmente la membrana también se ha desechado junto con la cáscara, recientemente se han desarrollado métodos de extracción que han permitido el desarrollo de numerosas aplicaciones gracias a sus propiedades químicas y mecánicas, y también a su bajo coste.

Así, entre las aplicaciones de la membrana destaca su uso como ingrediente de algunas salsas, como la de soja, o su empleo como absorbente de dióxido de carbono y metales pesados. En el campo biomédico, por ejemplo, se ha investigado el uso de la membrana como película biocompatible y biodegradable para el tratamiento de heridas, arañazos y quemaduras, gracias a su elevado contenido en colágeno. Son también numerosas las investigaciones encaminadas a la utilización de hidrolizados de la membrana del huevo, o sus péptidos derivados que ayuden en el tratamiento y prevención de enfermedades, así como la reducción de inflamaciones.

Además, cabe destacar su manejo como tratamiento alternativo para facilitar la recuperación articular producida tras la realización de ejercicio físico, o para reducir el dolor articular, especialmente de rodilla. Es importante señalar también la utilización de esta estructura para la producción de péptidos biológicamente activos, especialmente péptidos con actividad antioxidante.

Todos estos estudios e investigaciones ponen de manifiesto el enorme potencial de este nuevo ingrediente funcional derivado del huevo, que ya se comercializa en la actualidad.

Asimismo, fruto de estos hallazgos, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) aprobó como “novel food” o nuevo alimento, un hidrolizado de la membrana de la cáscara de huevo para su uso como suplemento alimenticio a una dosis de 450 mg/día y dirigido a personas mayores de 35 años.

Por otro lado, es importante destacar el proyecto titulado “Revalorización de la cáscara de huevo mediante su empleo como soporte en el desarrollo de catalizadores para el tratamiento de aguas residuales”, que obtuvo el Premio a la investigación del Instituto de Estudios del Huevo en el año 2020, y que avanza el camino de futuro del huevo para lograr una economía circular, gracias a la valorización de los residuos y subproductos derivados de la industria de transformación del huevo. Así, el grupo de Tecnología de Bioprocesos y Reactores (TBR) de la Universidad de Oviedo desarrolló una posible vía de aprovechamiento de este residuo procedente de la industria alimentaria. En este contexto, se empleó la cáscara de huevo como material de partida para la síntesis de diferentes nanomateriales. Estos nanomateriales han sido empleados como catalizadores en procesos de tratamiento de aguas residuales con el objetivo de favorecer la eliminación de contaminantes difícilmente eliminables (refractarios). Además, fueron caracterizados para conocer en detalle su composición, forma y propiedades.

Los resultados obtenidos concluyeron que la cáscara de huevo resultó ser un material muy interesante para su empleo como soporte en el desarrollo de diferentes nanopartículas con potenciales aplicaciones no sólo en los procesos de tratamiento de aguas residuales, sino también en otros campos.

Otro uso importante de la cáscara de huevo en relación a la economía circular y gestión de residuos es el proyecto europeo LIFE EGGSHELLENCE, que ha desarrollado un prototipo para la obtención de carbonato cálcico a partir de la cáscara de huevo (Bio-CaCO3) para su posterior uso en la fabricación de azulejos. El principal objetivo es demostrar la viabilidad técnica del uso de la cáscara de huevo como materia prima secundaria en la fabricación de azulejos. Para ello, se desarrollará un equipo que permita realizar un pre-tratamiento de la cáscara de huevo de forma que se logre la separación de la membrana de la propia cáscara, obteniendo CaCO3 a partir de un residuo de la industria alimentaria. Será un proceso simple y de bajo coste.

Pero las funciones de la cáscara de huevo no terminan aquí. Y es que, además de evitar la entrada de patógenos al interior del alimento y proporcionarle resistencia física, también puede servir de abono para las plantas, pues hace que crezcan más sanas y fuertes gracias a sus componentes ricos en calcio y potasio. Para ello, se puede triturar la cáscara hasta que se haga polvo, mezclarla con agua y con ello crear un poderoso fertilizante líquido natural, que además será un mágico plaguicida. Con este abono, las raíces se fortalecerán, se regulará la acidez del suelo y las plantas estarán más protegidas contra el estrés térmico.

Además de lo anterior, la cáscara de huevo es perfecta también como blanqueante para la ropa o como mascarilla facial, mezclando el polvo de las cáscaras con la clara de huevo, aplicarla en la cara y dejar que se seque bien antes de enjuagar con abundante agua.

Es ideal también para el intestino de los perros ya que triturada y mezclada con la comida canina, ayuda a favorecer el tránsito intestinal de los perros.

En definitiva, aunque la cáscara de huevo y su membrana sean la parte menos conocida de este gran alimento, es muy posible que, fruto de las continuas investigaciones, en los próximos años veamos otros ingredientes o productos derivados del huevo que serán de gran interés tanto en el ámbito de la nutrición como de la salud, logrando además cerrar ese ciclo de economía circular que tanto interés suscita actualmente, y que tiene como objetivo principal dar un valor añadido a todos los residuos o subproductos para que aporten otros beneficios para la sociedad, para la industria y, por supuesto, para la mejora medioambiental.