LECHE FRITA

Elaboración

Hoy te presentamos un postre típico del norte de España: LECHE FRITA. ¡Te aseguramos que es adictiva! Y además, puedes acompañarla con helado de vainilla casero y preparar la receta que te enseñamos en posts anteriores.

La leche frita es una receta que, a simple vista, nos puede parecer complicada de preparar, pero es todo lo contrario. No solo es muy rápida y fácil, sino que en este post te contaremos paso a paso cómo hacer para que quede cremosa.

Es importante saber que es una receta que se prepara de un día para otro, puesto que la mezcla tiene que permanecer una noche entera en la nevera.

 

INGREDIENTES (4 personas):

Para la masa:

  • 1 litro de leche
  • 120 g de azúcar
  • 120 g de maicena
  • 1 rodaja de piel de limón
  • 1 rodaja de piel de naranja
  • 1 cucharadita de vainilla
  • 1 ramita de canela

 

Para el rebozado:

  • 3 huevos
  • 50 g de harina
  • Aceite para freír
  • Azúcar para rebozar

 

MODO DE PREPARACIÓN:

  1. En primer lugar, tenemos que cortar de la piel de limón y de naranja la parte exterior (la que tiene color), evitando en lo posible la parte blanca que va debajo. Para eso, podemos ayudarnos de un pelador.
  2. A continuación, el litro de leche lo dividiremos en dos partes: llenamos un vaso por un lado y lo reservamos y la leche restante la echamos en un cazo.
  3. En ese cazo, añadimos las pieles de limón y naranja, la ramita de canela, y el azúcar y lo llevamos al fuego para que la leche tome todos los sabores. Dejamos que hierva muy despacito y, pasados 10 minutos, retiramos el cazo del fuego.
  4. En la leche que habíamos reservado, añadimos la maicena y removemos hasta que quede bien disuelta. Una vez esté mezclada, incorporamos la vainilla.
  5. Colamos toda la leche que teníamos en el cazo en otra cazuela aparte y añadimos la leche en la que habíamos disuelto la maicena. Mezclamos bien y lo llevamos de nuevo al fuego para que espese. Es muy importante en este paso no dejar de remover para que no se pegue. Cuando hayamos obtenido una textura muy cremosa retiramos el cazo del fuego.
  6. Vertemos la mezcla en una bandeja para que se enfríe y la cubrimos con un film transparente para evitar que se haga costra y dejamos que se enfríe por completo: primero a temperatura ambiente y, después, en el frigorífico durante toda la noche.
  7. La masa ya enfriada y sólida se corta en porciones del tamaño que queramos con un cuchillo y, con mucho cuidado, se sacan de la bandeja.
  8. Preparamos un plato con harina y otro con huevos batidos y rebozamos la leche frita pasándola primero por la harina y luego por el huevo.
  9. En una sartén con aceite abundante y caliente se fríen los trozos ya rebozados. Se dan la vuelta hasta que se cocinen por todos los lados y, una vez fritos, se colocan sobre un papel absorbente.
  10. Justo antes de servir, pasa cada porción por una mezcla de azúcar y canela, o espolvoréala por encima.

 

¡Este es un postre casero que nunca falla!