Elaboración
Los crepes clásicos son un plato versátil y delicioso que puede disfrutarse tanto en versiones dulces como saladas. Originarios de Francia, estos delicados discos de masa son perfectos para desayunos, postres o incluso comidas ligeras, dependiendo de cómo se rellenen. La base, elaborada con huevo, leche y harina, tiene una textura suave y un sabor que se adapta a cualquier acompañamiento, desde frutas y chocolate, hasta queso o verduras.
INGREDIENTES (Para 4 personas):
- 2 huevos
- 1 taza de harina (aproximadamente 125 g)
- 1/4 taza de leche (310 ml)
- 1/4 de taza de agua (60 ml)
- 2 cucharadas de mantequilla derretida
- 1/4 de cucharadita de sal
- Mantequilla adicional para cocinar
- Rellenos dulces o salados al gusto (opcional)
MODO DE PREPARACIÓN:
- En un bol grande, batimos los huevos con la leche, el agua y la mantequilla derretida, hasta que estén bien integrados.
- Tamizamos la harina con la sal y la añadimos poco a poco a la mezcla líquida, removiendo constantemente para evitar grumos. Dejamos reposar la masa en la nevera durante al menos 30 minutos.
- Calentamos una sartén antiadherente a fuego medio y la engrasamos ligeramente con mantequilla.
- Para cada crepe, vertemos un cucharón de masa y cubrimos uniformemente toda la superficie con una capa fina.
- Cocinamos durante 1-2 minutos, hasta que los bordes comiencen a dorarse. Volteamos con cuidado y dejamos al fuego durante 30 segundos más.
- Repetimos el proceso con el resto de la masa, añadiendo más mantequilla a la sartén si fuese necesario.
- Servimos calientes, rellenos de lo que más nos guste.
¡Y listo!