Si has leído alguno de nuestros posts anteriores, ya sabrás que el huevo alimenta cuerpo y mente, y que es uno de los alimentos más completos por su valor nutricional, que aporta numerosas ventajas para la salud. Un solo huevo contiene 13 nutrientes esenciales, y en cantidades importantes respecto de las necesidades de nuestro organismo. Cuenta con todas las vitaminas, salvo la C, es una de las principales fuentes dietéticas de vitamina D, y tiene un papel esencial en numerosas funciones metabólicas.
Aunque el huevo está de moda en los últimos años moda y se mantiene en el top of mind de los consumidores, su consumo aún sigue suscitando dudas y preguntas. Es el momento de resolverlas y darle la importancia que merece a uno de los alimentos más interesantes de nuestra dieta: ¡el huevo!
El huevo NO engorda
En contra de lo que muchas personas creen, los huevos tienen un contenido calórico muy bajo. Dos huevos de tamaño medio contienen 141 kcal, lo que supone tan solo un 7% de una dieta media de unas 2.000 kcal. Además, esa misma cantidad de huevo aporta muchos nutrientes imprescindibles para nuestro organismo en proporciones significativas.
Por ejemplo, el huevo es una fuente de proteínas de la mayor calidad, ya que contienen todos los aminoácidos esenciales y en las proporciones que nuestro cuerpo las necesita para el crecimiento y para mantener una buena salud. Además de ser necesarias para la formación y reparación de los tejidos corporales, las proteínas nos proporcionan saciedad, de gran ayuda en las dietas de control de peso, ya que, a igual número de calorías, las proteínas son mucho más saciantes que los hidratos de carbono o las grasas.
A su vez, los huevos contienen cantidades elevadas de numerosas vitaminas y minerales esenciales. Dos huevos medios (una ración de 100 gramos de parte comestible) cubren un elevado porcentaje de las recomendaciones nutricionales de las vitaminas B12 (84%), A (28%), D (36%) y B2 (26%), folatos (26%) y de los minerales zinc (20%), selenio (18%), hierro (15,7%) o fósforo (30,8%), así como de colina (63%).
A la alta densidad nutricional del huevo se une que los nutrientes están en formas muy fácilmente asimilable por nuestro organismo.
Alimenta cuerpo… y mente
La dieta no solamente nos ayuda a mantener las funciones metabólicas necesarias para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, sino que también puede influir en nuestro rendimiento intelectual y en la función psicológica. Y, por lo tanto, en nuestro bienestar emocional y estado anímico, ya que algunos de los nutrientes del huevo son importantes para el funcionamiento de nuestro cerebro y del sistema nervioso y ayudan a la función psicológica normal, al normal rendimiento intelectual y a la prevención del cansancio y la fatiga.
La contribución a las funciones psicológicas normales se refiere a los ámbitos cognitivo y afectivo, y es un efecto fisiológico beneficioso para la población en general. Y el rendimiento intelectual normal se refiere a las funciones cerebrales y nerviosas que influyen en aspectos como la concentración, el aprendizaje, la memoria y el razonamiento, así como la resistencia al estrés. También muchas de las vitaminas y minerales que aporta el huevo ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga.
Además, las proteínas son especialmente ricas en triptófano, el aminoácido por excelencia si hablamos de bienestar, ya que es necesario para sintetizar la serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”, ya que se asocia un buen estado de ánimo. Y también a partir de la serotonina se sintetiza la melatonina, que resulta fundamental para tener un sueño reparador.
Importancia del huevo en la dieta de algunos pacientes
El consumo de huevos está especialmente indicado en la dieta de los pacientes que están en tratamiento de ciertas enfermedades, como las oncológicas, y requieren un aporte extra de nutrientes.
Además, debido a sus características culinarias, el huevo es un alimento especialmente indicado para quienes tienen dificultades para comer, ya que se puede presentar con texturas de muy fácil masticación y deglución, y para los inapetentes, ya que hay mil y una formas de preparación y combinaciones atractivas con otros ingredientes, que pueden satisfacer todos los gustos.