EL HUEVO, PROTAGONISTA DE TODOS LOS PLATOS ESPAÑOLES

El huevo es un alimento básico de la dieta mediterránea y un clásico en nuestra gastronomía, un ingrediente imprescindible en la mayoría de los hogares.

Nos gusta a todos, no solo por su sabor, sino también por su versatilidad, su facilidad de preparación y por sus beneficios nutricionales. Y es que es uno de los alimentos más completos, ya que posee gran cantidad de nutrientes y proteínas de muy buena calidad, así como vitaminas y minerales esenciales para el organismo.

Con el calor estival el cuerpo nos pide consumir platos más frescos, ligeros y saludables, pero sin perder el sabor de nuestra dieta mediterránea. En muchos de ellos el huevo es el protagonista.

En Andalucía, por ejemplo, el salmorejo cordobés se ha convertido en la receta estrella de esta Comunidad. Una crema fría de cuatro ingredientes coronada con huevo cocido cortado por la mitad o en pequeños dados, al gusto.

Salmorejo Cordobés

Si viajamos a Murcia no debemos irnos de allí sin probar su zarangollo. Un imprescindible plato de verano muy ligado a la huerta. Se prepara con cebolla, calabacín y huevos, con la peculiaridad de que estos se añaden sin batir al final de la cocción, para que el cuajado quede meloso.

Zarangollo

Si pensamos en Valencia seguro que se nos viene a la cabeza su riquísima horchata con fartons. Aunque es típico disfrutar de este delicioso bizcocho hecho a base de huevo, harina y azúcar, con la horchata, también podemos tomarlo con café o con chocolate.

Fartons con horchata

Un poco más al oeste, nos encontramos con el cojondongo extremeño. Una elaboración de la cocina tradicional, con ingredientes similares al gazpacho y un aliño de miga de pan y ajo que le da su nombre. Se acompaña de huevo cocido y se popularizó como receta para reponer energías durante las jornadas del trabajo del campo, ya que es perfecto para los días de calor del verano.

Cojondongo

Castilla la Mancha es conocida por su legendario pisto. Un guiso de verduras decorado con un espléndido huevo frito, que provoca las delicias de todos una vez se rompe la yema y se esparce por encima de las verduras.

Pisto Manchego

En la otra Castilla, apodada comúnmente como “Castilla la Vieja”, podrás degustar sus huevos con farinato. Se trata de un embutido típico de Salamanca hecho a base de pan, harina, manteca de cerdo ibérico, cebolla, pimentón, anises y sal, que combina magníficamente con huevos fritos y un buen pan de pueblo.

La capital de España nos enamora con algo exquisito dentro de su sencillez: sus huevos estrellados o rotos con jamón. No hay restaurante madrileño que se precie que no cuente con ellos en su carta, apetitoso para cualquier hora del día.

Huevos rotos o estrellados

Si eres más de ensaladas, no te puedes perder el empedrat de Cataluña. Se prepara con huevo, alubias, bacalao, pimiento rojo y verde y aceitunas negras. Una receta sencilla, fresca y muy saludable, ideal para soportar los días calurosos.

Empedrat

Aragón nos deleita con un dulce preparado a base de huevos, mantequilla, azúcar, queso y hojaldre llamada “Suspiros de Teruel”, y que no son otra cosa que una especie de tartaletas de queso muy jugosas.

Suspiros de Teruel

Si viajamos hasta Navarra nos encontraremos con sus populares pimientos del piquillo rellenos de atún y huevo. El pimiento típico de esta localidad admite cualquier tipo de preparación, pero una de las más conocidas es la rellena.

Pimientos del piquillo rellenos

Volviendo a los dulces, lindando con la Comunidad Foral, El País Vasco nos sorprende con un pastel tradicional llamado pantxineta, que se cocina en el horno con hojaldre relleno de crema pastelera y espolvoreado con almendras.

Pantxineta

La Rioja destaca por sus huevos a la riojana, un plato tradicional que ha pasado de generación en generación, y cuyos ingredientes básicos son huevos, patatas, cebolla y pimiento rojo. Pueden consumirse en cualquier época del año, y servirse como principal en las comidas de verano.

Huevos a la riojana

En Cantabria, el pastel de cabracho resuena siempre, y es fabuloso para el verano puesto que se toma frío o a temperatura ambiente. Es sano, ligero, fresquito y perfecto para tomar como aperitivo.

La tierrina, además de ser un paraíso natural, nos conquista con su gastronomía. En este caso resaltamos sus Casadielles de Nuez. Una especie de empanadilla dulce de nuez, azúcar y anís muy energéticas y típicas de Asturias.

Casadielles de Nuez

La tortilla de Betanzos es originaria de tierras gallegas. Se trata de una tortilla de patata que destaca por la generosidad de sus yemas y por su poco tiempo de cocinado, para que el huevo quede poco cuajado.

Nuestras islas nos cautivan con el caldo verde de huevo canario y la ensaimada mallorquina. Si tenemos en cuenta que la temperatura de Canarias es estable durante todo el año, el caldo verde canario se puede consumir en cualquier momento, y se compone de huevo, calabacín, judías, patatas, berros y cilantro.

La ensaimada, por su parte, es reconocible por su forma circular con la masa formando una espiral y su azúcar en polvo como toque final. Entre sus ingredientes por supuesto, figura el huevo además de agua, azúcar, harina, levadura y manteca de cerdo.

Ensaimada

En definitiva, el huevo es un alimento tan nutritivo y económico, además de fácil de integrar en recetas con múltiples ingredientes, que está presente en toda la gastronomía española. Un aliado excelente para el verano y para toda