Los consumidores tenemos un papel muy importante en la seguridad alimentaria, ya que manipular y conservar correctamente los alimentos evita posibles toxinfecciones. Con la llegada del verano y las altas temperaturas debemos tener especial precaución al preparar y almacenar los alimentos, ya que las bacterias que pueden contaminarlos y causarnos enfermedades se reproducen rápidamente a temperaturas cercanas a los 30ºC.

Los huevos son uno de uno de los alimentos más nutritivos y saludables de nuestra dieta, por lo que son especialmente apreciados por los microorganismos para su crecimiento, siempre que les demos facilidades para reproducirse.

Aunque el huevo se asocia habitualmente con las toxiinfecciones por salmonela en humanos, las gallinas ponedoras de las granjas comerciales españolas están vacunadas contra esta enfermedad y se controla periódicamente que estén libres de la bacteria. Además, el sector del huevo español es uno de los más modernos y dinámicos de la UE, y la producción y comercialización de huevos y ovoproductos en nuestro país está sujeta a numerosas regulaciones para garantizar el bienestar y la sanidad de las aves, el cuidado del medio ambiente y, especialmente, la seguridad alimentaria a lo largo de la cadena.

El control de la seguridad alimentaria que aplican las granjas y los centros de embalaje de huevos se basa en una adecuada manipulación e higiene a lo largo del proceso de producción y comercialización del huevo. Los consumidores debemos también manejar los huevos y los platos con huevos que llegan a nuestra mesa con higiene, cuidando especialmente la limpieza de manos, utensilios y superficies de cocina, así como los tiempos y temperaturas de cocinado y conservación, para evitar la contaminación microbiana del huevo y los alimentos que lo contienen.

El Instituto de Estudios del Huevo nos recuerda los consejos básicos para utilizar el huevo en nuestros platos y disfrutar de este gran alimento con seguridad.

En primer lugar, debemos utilizar solo los huevos con la cáscara intacta y limpia, respetar la fecha de consumo preferente y guardarlos en el frigorífico tras la compra. Para cocinar, sacar solo los que se vayan a utilizar, no todo el envase.

Aunque las neveras tienen un lugar en la puerta para colocar los huevos, es aconsejable dejarlos en las baldas centrales y en su propio envase. Así se mantienen a una temperatura más estable y están protegidos del contacto con otros alimentos y de olores que pueden afectar al sabor del huevo. Y mantenemos datos esenciales del envase, como la fecha de consumo preferente.

También es importante no cascar el huevo en el borde del recipiente donde se vaya a echar antes de cocinarlo, ya que podrían caer al mismo trocitos de cáscara con alguna contaminación en su superficie. También es fundamental cocinar bien las preparaciones con huevo, ya que por encima de 70-75°C la salmonela no sobrevive. Es decir, el huevo debería estar bien cuajado, a menos que lo vayamos a consumir inmediatamente, como hacemos con el huevo frito, que suele dejarse con la yema líquida.

En las recetas que no se vayan a tratar con calor o que se cocinen por debajo de 75º, como la mayonesa y salsas similares, hay que extremar la higiene en la elaboración. Debemos lavarnos las manos, los recipientes de cocina y utensilios deben estar limpios y emplear huevos muy frescos. Igualmente, es recomendable añadir vinagre o limón en la preparación de las salsas tipo mayonesa, ya que la acidez reduce el crecimiento bacteriano.

Y después de prepararlos, no debemos dejar los huevos ni los alimentos con huevo a temperatura ambiente, especialmente en verano. Por eso es importante conservar siempre en el frigorífico pasteles, natillas, salsas, etc. y consumirlos en las 24 horas siguientes a su elaboración.

Sabemos que a los españoles nos encantan los huevos y muchos de nuestros platos favoritos son a base de huevo. Con estos consejos, podremos disfrutar en cualquier momento de uno de los alimentos más completos que existen y que, además de aportar numerosas ventajas para la salud, es versátil y asequible para todos los bolsillos.